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Conoce a Román: cómo un dentista español disfruta de su vida en Holanda
Corría el año 2015 cuando Román decidió embarcarse en una gran aventura: dejar su país natal, España y mudarse a Holanda a vivir una aventura. Por supuesto, no hizo esto sin una meta definida, ya que desde el primer momento quiso unirse a nuestro programa para comenzar una nueva vida y carrera profesional en los Países Bajos.
Fue una decisión de la que hasta la fecha no se ha arrepentido. Después de todo, lleva en Holanda 7 años ya. Se ha asentado perfectamente y, como nuestro embajador, a menudo habla con dentistas que están en la misma posición que él en 2015: planteándose una carrera de odontología en los Países Bajos.
Román nota en cada conversación como embajador que los dentistas de otros países quieren saber de su experiencia personal, cómo experimenta como español la vida en los Países Bajos, las diferencias culturales o profesionales con España y también cómo es un día de trabajo para él.
Todo esto es razón suficiente para dedicar un artículo a Román y a todas aquellas otras personas que todavía están buscando respuestas a estas preguntas.
Nueva cultura, nuevos compañeros
Después completar con éxito su curso de idioma holandés en nuestra Academia, Román comenzó a trabajar en la ciudad de La Haya, donde aún vive hasta el día de hoy.
Al principio, notaba algunas diferencias con su ciudad natal, Murcia, especialmente porque los holandeses tienden a preferir lugares más tranquilos. “Por norma, son un poco más reservados en comparación con los españoles.” Esta tranquilidad es algo con lo que al principio chocaba, pero luego sucedió algo que le hizo cambiar de opinión y le acercó a la cultura holandesa. “Durante mis primeras semanas, tuve problemas para encontrar piso y una compañera mía me dejó quedarme un par de días en su casa hasta que pudiera organizar un nuevo hogar. Allí pude vivir con su marido y su hijo pequeño, sintiéndome como parte de la familia. Este es un gesto que nunca olvidaré”.
Después de un tiempo empecé a conocer gente y ahora nos juntamos a menudo para charlar, solemos hacer deporte, tomar algo, ir de fiesta o incluso viajar.
Román se lleva genial con sus compañeros de la clínica no solo compañeros sino también fuera del trabajo. De su primera clínica, donde trabajó durante sus primeros 3 años en los Países Bajos, y de la actual, donde ha estado trabajando durante 4 años tiene y conserva varios amigos. En ambas clínicas siempre ha tenido una buena relación con sus compañeros, lo que se traduce en un ambiente de trabajo muy cómodo.
Desarrollo profesional
Otro tema sobre el que Román recibe muchas preguntas es su desarrollo profesional. Primero, aprendes el idioma, pero y después ¿qué pasa?
Como también reconoce Román, el idioma juega un papel muy importante en todo esto: “Conociendo el idioma puedo lidiar con los problemas y las expectativas de los pacientes proponiendo la mejor opción de tratamiento para cada persona”. Es por eso que Román ha conseguido hacer un gran agenda e incluso algunos pacientes lo siguieron cuando cambió de clínica ya que confiaban plenamente en él.
En sus dos clínicas, Román ha tenido muchas oportunidades para desarrollarse profesionalmente. “Cuando trabajaba en mi primera clínica me apoyaron cuando planteé hacer un curso de implantología, y pude compaginarlo fácilmente con mi trabajo diario en la clínica. Luego, en mi clínica actual, hasta ahora he podido hacer un posgrado de endodoncia en Valencia, y actualmente estoy centrado en un posgrado de prótesis dental y rehabilitación oral en Barcelona. Disfruto mucho esto y realmente aprecio la oportunidad de crecer profesionalmente y poder realizar tratamientos especializados en mi trabajo.”
La realidad es que con un dentista que sigue formándose, todos ganan: el dentista que se siente motivado y respetado y la clínica que genera más facturación brindando planes de tratamiento más específicos y óptimos para sus pacientes.
Mirando hacia atrás en 7 años de odontología holandesa
En todos los años que Román ha estado trabajando en La Haya, un par de cosas le llamaron la atención:
“Noté que el sistema es diferente debido al seguro de salud semiprivado: los pacientes no solo vienen a nosotros cuando tienen dolor, sino también cada 6 meses. Por ello los odontólogos nos podemos permitir hacer una variedad más amplia de tratamientos desde un enfoque más preventivo”.
Otra cosa por la que la odontología holandesa es conocida es el costo fijo de los tratamientos. “Debido a que los costos son los mismos en todos las clínicas, no existe una competencia económica entre las clínicas. Esto significa que la competencia gira en torno a la calidad, la cual marca la diferencia tratando a tu paciente lo mejor que puedes”.
Román también menciona el equilibrio entre el trabajo y la vida privada: “En España, muchas veces tenía largas jornadas de trabajo y horarios más irregulares. Aquí no tengo nada de eso, porque trabajo con un horario bien estructurado. Sé de antemano cuándo empieza mi primer tratamiento del día y cuándo acaba el último. Esto me deja tiempo para planear actividades y disfrutar de las tardes”.
Para ilustrar mejor este punto, Román nos muestra un día de trabajo promedio. Trabaja cuatro días a la semana, de martes a viernes, en dos clínicas dentales.
“Lo primero que hacemos es reunimos unos minutos a las 8:00h antes del comienzo de las agendas para tomar un café y discutir diferentes asuntos del día. Luego, vamos a nuestras sillas para empezar. La mayoría de nosotros tenemos nuestra agenda dividida en bloques. Primero hay algunos chequeos, luego vienen los tratamientos y después están las emergencias. La estructura de estos bloques varía de persona a persona. Al medio día, tenemos un descanso para comer de 30 minutos. Puedes quedarte en la sala de empleados de la clínica o salir a dar una vuelta. Después, el trabajo continúa, en su mayoría con el mismo patrón de la mañana, hasta alrededor de las 16:30h. La última media hora me encargo de terminar la administración y luego me voy a casa a las 17:00h. Eso me deja mucho tiempo para trabajar hacer deporte, quedar con amigos o simplemente relajarme en casa”.
“Los viernes son especialmente agradables, porque se nota que todos estamos más relajados con el fin de semana a la vuelta de la esquina. A la salida del trabajo nos juntamos para tomar una copa después del trabajo y sienta genial después de una dura semana de trabajo”.
Está claro que Román está contento con su elección de mudarse a Holanda, tanto a nivel personal como profesional. Pero también tiene sus días difíciles.
“A pesar de que realmente disfruto aquí, todavía echo de menos a mis amigos, mi familia y el clima cálido de España. Por eso vuelvo a Murcia cada 3 meses para visitarlos, disfrutar del sol y la cocina española”.
“Aún así, recomendaría Holanda a todos los dentistas que busques desarrollar su carrera”. Además añade un consejo importante: “Prepárate para darlo todo, porque hay que tener muchas ganas e ir al 100%. No son vacaciones, es aprender el idioma y conocer la cultura local. Si tienes esta mentalidad te acostumbrarás rápidamente a tu nuevo país y no habrá nada que te impida tener una buena vida en los Países Bajos”.
¿Te gustaría seguir los pasos de Román y desarrollar tu carrera laboral como odontólogo en Holanda? ¿O te gustaría hablar con Román para hacerle otras preguntas?
¡Envía un mensaje a arjen@bgbdentistry.nl y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible!